Las 7 C’s para desarrollar la resiliencia en niños

Fuente: Healthy Children

Conoce cuáles son las claves que ayudarán a tus hijos a afrontar mejor las adversidades de la vida, a superarlas y a sacar el máximo provecho.

El mundo en el que vivimos no es un mundo de rosas; realmente, a veces se pueden vivir situaciones aterradoras, de ello todo el mundo es muy consciente, sobre todo los padres y las madred, que a menudo han de minimizar la percepción de terror y de incertidumbre que puedan tener sus hij@s a raíz de experiencias traumáticas vividas en propia piel o simplemente a raíz de ver imágenes de violencia y desastres por la televisión.

Ante esta premisa, los padres y madres a menudo se preguntan cómo han de actuar con sus hij@s para protegerles de los contratiempos de la vida. En primer lugar hay que remarcar que no es posible proteger a l@s niñ@s de los altibajos propios de la vida; no obstante, sí es posible criar niñ@s con capacidad de resiliencia, entendiéndola como la capacidad de hacer frente a las adversidades, superarlas y ser transformad@ positivamente por ellas.

La resiliencia le proporcionará a un niñ@ las herramientas necesarias para responder a los retos de la adolescencia y del inicio de la etapa adulta y así vivir de manera satisfactoria y plena a lo largo de la vida adulta.

Las familias de hoy, especialmente los más pequeños, están bajo unos niveles demasiado elevados de estrés y se convierten en individuos potenciales de sufrir trastornos de salud tanto a nivel físico como psicológico.

En el entorno actual en el que vivimos, es importante que los niños y los adolescentes desarrollen capacidades y habilidades para hacer frente a los obstáculos, sepan cómo recuperarse de las dificultades y estén preparados para los retos del futuro. En definitiva, han de tener capacidad de resiliencia para tener una vida satisfactoria.

Ante este contexto, la Academia Americana de Pediatría ha creado una guía dirigida a padres para que aprendan cómo desarrollar la resiliencia en sus hijos.

El doctor Kenneth Ginsburg, pediatra especializado en medicina del adolescente, y uno de los colaboradores de la guía, ha identificado “las 7 C’s de la resiliencia”.

Los padres y otros cuidadores pueden utilizar estas directrices para ayudar a sus hijos a reconocer sus habilidades y recursos propios y ser más resilientes.

  1. Competencia
    Describe el sentimiento de ser consciente que uno puede manejar una situación de manera eficaz.
    Ayudándoles a centrarse en sus puntos fuertes
    Haciendo que relacionen los errores identificados con incidentes específicos
    Capacitando a los niños a tomar decisiones
    Teniendo cuidado de que el deseo de proteger a un hijo no envíe un mensaje erróneo que haga pensar al niño que no es suficientemente competente para manejar ciertas situaciones
    Reconociendo las competencias de los hermanos por separado y evitar comparaciones entre ellos.
  2. Confianza
    La creencia de un niño en sus propias habilidades es fruto de su competencia. Se la he dar confianza.
    Centrándose en el mejor de cada niño para que él/ella también pueda tener consciencia
    Expresando claramente las mejores cualidades, como la sinceridad, la integridad, la persistencia y la bondad
    Reconociéndole y valorándole las cosas bien hechas
    Alabando con honestidad sus éxitos concretos y a la vez evitar “falsas” alabanzas.
    Evitando empujar al niño a tomar acciones que difícilmente podrá manejar.
  3. Conexión
    Desarrollar estrechos lazos y vínculos con la familia y la comunidad permite crear un sólido sentimiento de seguridad que ayuda a generar fuertes valores, y por otro lado, evita desarrollar sentimientos de individualidad y egoísmo.
    Haciendo que se sienta seguro tan físicamente como emocionalmente. Permitiéndole que exprese todas sus emociones para que el niño se sienta confortable en momentos difíciles; Abordando los conflictos abiertamente dentro del núcleo familiar para solucionar los problemas. Creando un área común en el que la familia pueda compartir tiempo (no necesariamente mirando la TV). Fomentando una sana relación que refuerce mensajes positivos.
  4. Carácter
    Los niños necesitan desarrollar un sólido conjunto de valores morales para determinar lo que está bien y lo que no y demostrar una actitud afectiva hacia los demás. Para fortalecer el carácter de un hijo, hay que empezar demostrándole cómo el comportamiento de uno puede afectar a los demás.
    Ayudándole a que se reconozca él/ella mismo/a como una persona afectiva.
    Demostrándole la importancia de pertenecer a la comunidad.
    Evitando prejuicios o estereotipos de carácter racistas o que inciten al odio.
  5. Contribución
    Los niños necesitan darse cuenta de que el mundo es un lugar mejor para vivir sólo por el hecho de que ellos forman parte de este mundo. Entender la importancia de su contribución personal puede servir como una fuente de propósitos y motivaciones personales. Hay que enseñar a los hijos a contribuir comunicándoles que muchas personas en el mundo no tienen lo que necesitan.
    Destacando la importancia de dar un servicio a terceras personas y entender el buen modelo de la generosidad.
    Creando oportunidades para cada niño para que pueda contribuir de una manera específica.
  6. Confrontación
    Aprender a hacer frente al estrés y saber gestionarlo ayudará a los hijos a estar mejor preparados para superar los retos de la vida.
    Hay que enseñarles a adoptar actitudes positivas para hacer frente a obstáculos, guiando a los hijos a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y positivas.
    Dándose cuenta que decirle a un niño que pare con las malas conductas no será eficaz.
    Entendiendo que la mayoría de comportamientos de riesgo en niños son reflejo de intentos de aliviar el estrés de su vida diaria.
    No condenando a un hijo por las conductas negativas, y por el contrario, haciendo incrementar su sentido de arrepentimiento.
  7. Control
    Los niños que son conscientes de que pueden controlar las consecuencias de sus decisiones tienen más probabilidad de darse cuenta que tienen la capacidad de recuperarse más pronto.
    Ayudándoles a entender que los acontecimientos de la vida no son puramente al azar y que la mayoría de cosas que tienen lugar en nuestras vidas son fruto de nuestros actos y decisiones.
    Aprendiendo que la disciplina se transmite a través de la enseñanza, no del castigo o del control; actuando con disciplina se les ayuda a entender qué actos producen ciertas consecuencias.

El Dr. Ginsburg resume lo más importante a tener en cuenta respecto la resiliencia en niños en estos 2 puntos:

  • Los niños necesitan saber que hay un adulto en su vida que cree en ellos y que los ama incondicionalmente.
  • Los niños vivirán una vida satisfactoria según nuestras expectativas.

No hay una respuesta sencilla que garantice la resiliencia para cada situación. Sin embargo, nos podemos desafiar a nosotros mismos como padres para ayudar a nuestros hijos a desarrollar la habilidad de analizar y afrontar sus propios retos y ser más resilientes, estar más capacitados, y en definitiva, ser más felices.

Referencia bibliográfica:

Building Resilience in Children. Healthy Children.

Traducido libremente por Fernando J. Nieto Reynaldos

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