¿Trabajas con o en contra de tu cerebro?

Por cuestiones evolutivas, nuestro cerebro ha aprendido a guardar más nítidamente los recuerdos de aquello que nos daña o preocupa, que a profundizar en lo que nos ayuda a mejorar, ser felices y desarrollarnos en plenitud. Como si tuviéramos una cinta velcro para lo negativo, y teflón para lo positivo.

Piénsalo así: para nuestros antepasados era de vida o muerte recordar si el fruto verde o rojo era el que envenenaba; si ese sonido en medio de la selva era de un animal al cual podían cazar y alimentarse de él…

¡o si eran ellos el menú!

Es por eso que, durante siglos, se ha pensado que hablar de lo negativo, lo dañino y la falta es lo que nos impulsa a desarrollarnos. Incluso, muchas perspectivas de las humanidades y ciencias sociales basaban todos sus programas de estudio en encontrar los problemas que nos aquejan, para tratar de mejorar nuestras condiciones de vida. Y tal vez en una época fue funcional. Pero ahora que la supervivencia está asegurada (al menos ante depredadores silvestres), no es necesario seguir «ejercitando» el músculo de la mortificación.

Con esta nueva premisa de lo positivo como base, se han desarrollado planes y programas de desarrollo que se centran en fortalecer las Fortalezas (sí, con esa redundancia); en un estudio liderado por the Corporate Leadership Council con más de 20,000 personas en todo el mundo, quedó en evidencia que la retroalimentación positiva por parte de gerentes y supervisores con sus subalternos (centrada en las fortalezas, en lo que destacan y disfrutan) incrementaba su desempeño hasta en un 36% en un periodo de tiempo significativo después de la sesión, en contraste con un 27% de incremento cuando la retroalimentación se centraba en las debilidades o «áreas de oportunidad».

¿Porqué puede cambiar tanto el índice de desempeño cuando se cambia el enfoque de lo negativo a lo positivo?

Pues, porque la evolución ha permitido que el cerebro se «re-conecte» para generar redes neuronales que se fortalecen con la práctica, el énfasis en los pensamientos que la nutren, y las emociones placenteras que surgen cuando se percibe que las cosas marchan bien, generando una sensación energetizante, de inmersión y entrega  a las actividades que nos permiten sentirnos capaces, sobresalientes y recompensados o reconocidos.

Es mucho más disfrutable y, por ende, el cerebro buscará repetir la experiencia lo más posible.

Nos permite entrar en la zona.

Desde el enfoque del Instituto de Carácter VIA, todas y todos tenemos diferentes tipos de fortalezas que nos permiten vivir nuestros Momentos Cumbre, aquellos en los que mejor nos desempeñamos y mayor sentido de autoeficacia y compromiso tenemos, incrementando nuestra percepción de bienestar y sentido vital. Estas 24 Fortalezas Humanas pueden ser talentos que hacemos de manera natural; habilidades en las que nos hemos entrenado para mejorar; intereses que nos motivan y elegimos practicar porque reflejan nuestras pasiones; valores que apreciamos como parte fundamental de nuestra identidad; y recursos que nos sirven como apoyo externo cuando los necesitamos. Nuestras  fortalezas insignia son el combustible que nos inspira y motiva a fortalecer nuestras fortalezas menos practicadas, las que están fuera de foco.

Cuando identificas tus principales Fortalezas Humanas, cuando sabes el orden en el que se presentan en tu vida, es más fácil identificar lo que tu cerebro disfruta y practica más, y puede usarse como palanca para mejorar aquello que crees es necesario ajustar para tu pleno desarrollo.

En lugar de pelear constantemente con tratar de erradicar aquello que no quieres en tu vida (conductas, hábitos, pensamientos), puedes centrarte en que tu mente profundice y fortalezca todo aquello que sí quieres para que, por ende y desuso, vaya desapareciendo y perdiendo fuerza lo que no quieres. Trabajar CON tu cerebro, en lugar de EN CONTRA de él.

Cuando tu enfoque cambia, centrándote en lo positivo y la forma de profundizar en la resiliencia:

• Podrás expresar más libremente tu ser auténtico, mostrando tus mejores cualidades y compartiéndolas con regocijo con la comunidad.

•  Podrás mejorar en aquello que quieres, no mediante la obligación y el miedo a lo malo y la pérdida sino por el gusto de saberte en tu zona, fluyendo. Por ejemplo, tal vez tienes un talento increíble para la música, pero es necesario que pongas a trabajar las fortalezas de perseverancia y autoregulación para que practiques constantemente y puedas dominar la interpretación de tal o cual instrumento, en lugar de criticarte por la falta de pericia que percibes.

•  Los estudios han demostrado que desarrollar nuestras Fortalezas trae como beneficio mejorar nuestra entrega, creatividad y satisfacción en el desempeño de nuestras acciones, permitiéndonos fluir con mayor libertad en nuestro pleno florecimiento.

•  Será más fácil que entres en tu zona, y fluyas mejor para el desarrollo de tus tareas, en lugar de sufrir por tener que alcanzarlas o cumplirlas, por lo que será más gratificante y eleverá tus niveles de bienestar y felicidad.

• La exigencia y esfuerzo demandante genera altos niveles de ansiedad y distrés (cortisol y adrenalina que nos hacen sentir un impulso para realizar cambios, pero con una gran cantidad de malestar de por medio); el flujo que experimentamos cuando trabajamos por el gusto de desarrollarnos, el bienestar (que se traduce en mayor producción de dopamina, serotonina y oxitocina, entre otros neurotransmisores) se asocia directamente al uso de Fortalezas como vitalidad, esperanza, amor, gratitud, amor por el aprendizaje y curiosidad, todas ellas relacionadas directamente a la felicidad y satisfacción de vida en muchas culturas.

Así que, ¿cómo quieres alcanzar tus objetivos?

¿Estresándote y peleando contra la naturaleza de tu cerebro?

o

¿Motivándolo y haciéndole cómplice de tu disfrutar la vida y tu florecimiento?

 

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1 pensamiento en “¿Trabajas con o en contra de tu cerebro?”

  1. Si estoy muy de acuerdo en dejar lo negatuvo y pensar positivamente, pero nos bombardean con noticias negativas. Lo mejor es no ver las noticias negativas?

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